Miraba a los demás y los veía tan cómodos con sus vidas, tan integrados y formando parte de un todo, que me provocaba una sensación de total abandono. Seguían una rutina, tan sencilla para ellos y tan complicada para mi.
La adolescencia es un periodo difícil de la vida, creo que hasta los 30 en realidad no encuentras tu camino. antes de esa edad te pasas siempre dudando, siempre intentando ser aceptado y luchando contra ti mismo.
Eres joven y no entiendes, intentas una y otra sonreír para parecerte a los demás, sonreír aunque la risa solo sea una mueca. Con el tiempo los demás también se dan cuenta que eres diferente y que no encajas en su idílico mundo, así que te margina, te desechan y para colmo se burlar, te colocan la etiqueta de "raro" o la etiqueta que les venga en gana, y a partir de entonces seras un marginado en toda regla. Sin voz, ni voto.
Te deprimes porque te sientes solo frente al mundo, porque para ti no habrán risas ni amigos. Eso hace que te aísles y te encierres en tu mundo, cuando llegas a este punto, solo tienes dos opciones:
-Aceptarte como eres y aprender que para ser feliz, debes ser tu mismo, sin importarte lo que piensen los demás o,
-Intentar una y otra vez formar parte de la manada y perder tu identidad, sintiéndote peor y vacío.
Descubrir cual es tu camino y luchar por aceptarte , es una tarea difícil, te preguntas muchas veces ¿por que?, porque no puedo ser como los otros?... ¿por que no puedo ser sociable, hablar con todos, ser divertido/a, caminar y vestir como ellos, escuchar la misma música, tener los mismos gustos, ver las mismas pelis, leer las mismas cosas, pensar y sentir lo mismo?, tener un millón de "amigos"? pongo amigos entre comillas, porque amigos de verdad se tienen muy pocos a lo largo de la vida, y es una palabra que se usa muy a la ligera, un amigo en realidad es como un hermano, los demás solo son colegas, compañeros de juerga, compañeros de trabajo, sin mas.
Yo he llegado a la conclusión que en este mundo todo lo que es diferente, no gusta, causa miedo y debe ser eliminado, es como un miedo colectivo a perder la identidad como grupo.
Al pasar de los años, vas madurando y te aceptas como eres, no sin antes llorar mares, torturarte como un inquisidor, y desear que la tierra te trague sin digerir. Pero un día, te das cuenta que a la vida le importa un comino, si eres diferente o no, en la vida no existen distinciones, todos somos iguales, nacemos de una madre, como buenos mamíferos, crecemos en un entorno medianamente estable o inestable, nos reproducimos y poco a poco iremos envejeciendo hasta culminar con el ciclo que es la muerte. Todos tenemos las mismas emociones, todos anhelamos lo mismo, conseguir la tan ansiada felicidad y sobrevivir en este mundo de locos.
La vida hay que vivirla, y aprender a aceptarte como eres, es el primer paso, para liberarte de una pesada carga social que no te deja respirar y ni ver lo mejor de ti.
A esto de ser tu mismo tampoco ayuda el lavado de cerebro que nos hacen desde los medios de comunicación, hoy en día tener una identidad propia y mantenerla es casi un milagro. Somos esclavos del sistema, de las modas, de la tecnología, de los medios. Nos dicen como vestir, como pensar y que hacer, La sociedad de consumo nos absorbe y lo único que puede detener esa vorágine, es tu capacidad de pensar e individualidad.
El ser diferente no debe ser un motivo de tristeza, el no encajar no es un problema, debemos siempre ver el lado positivo y acentuar nuestras habilidades y virtudes, no es malo ser diferente o tener tu propio pensamiento, ni tu propia forma de ser o ver la vida o de vivir. Sin olvidar una regla básica, el "El respeto hacia los demás". Ser tu mismo, no significa que puedas ir por la vida clavando cuchillos o destruyendo tu entorno. Ser tu mismo es encontrar tu ser y estar en paz contigo mismo.
Por eso, es importante leer, te abre la mente, te hace entender el mundo que te rodea, te da una nueva perspectiva y así se pueden ver las salidas que permanecen ocultas.
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